Dibujo a mano alzada: la herramienta esencial para entender y habitar el espacio
Vivimos rodeados de formas, volúmenes, luces, sombras y proporciones. Como diseñadores, arquitectos o paisajistas, nuestro trabajo consiste precisamente en leer, interpretar y transformar ese espacio. Pero, ¿Cómo afinamos esa mirada? ¿Cómo entendemos realmente lo que vemos? La respuesta es poderosa y sencilla: dibujando a mano alzada.

Dibujar es habitar con la mirada
El dibujo a mano alzada no es solo una técnica; es una forma profunda de estar en el lugar. Cuando dibujamos lo que vemos, nos detenemos. Observamos con atención. Seguimos con la línea el recorrido de la luz sobre una fachada, el trazo curvo de una rama, la proporción entre una ventana y el muro que la contiene. Ese acto lento y deliberado nos ancla al espacio. Nos obliga a percibir, no solo mirar.
Dibujar nos entrena a ver como diseñadores. A ver relaciones, tensiones, equilibrios. Nos conecta con la escala humana, con la atmósfera, con el vacío tanto como con la forma. Es un diálogo entre el ojo, la mano y el entorno.
Un lenguaje para pensar, no solo para representar
Mientras dibujamos a mano alzada, no solo copiamos lo que está frente a nosotros: lo descomponemos, lo comprendemos, lo reinterpretamos. El dibujo es análisis, síntesis y emoción. Nos ayuda a hacernos preguntas:
¿Por qué esta sombra se comporta así? ¿Cómo cambia el espacio al moverme? ¿Qué ritmo tienen estos elementos?
Y también nos prepara para proyectar: todo lo que somos capaces de entender con la mano, seremos capaces de imaginar con intención.
La base de todo proceso proyectual
Mucho antes de que una idea se convierta en plano, maqueta o render, nace con un trazo. El dibujo es el primer esbozo de una intuición espacial. Una libreta de croquis puede contener más arquitectura —o más paisaje— que cien renders perfectamente pulidos.
En una era dominada por lo digital, el dibujo a mano alzada sigue siendo insustituible:
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Por su inmediatez
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Por su expresividad
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Por su capacidad para pensar en tiempo real
Una invitación a redescubrir tu mirada
Por eso, en DMAD hemos creado un curso inicial de Introduccion al dibujo a mano alzada, pensado especialmente para quienes diseñan espacios: arquitectos, interioristas, diseñadores y paisajistas. Un espacio donde reconectar con el dibujo como herramienta viva, no como técnica obsoleta.
A lo largo del curso, aprenderás a:
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Representar lo que ves, pero sobre todo a entenderlo
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Explorar la perspectiva, la proporción y el encuadre como herramientas de análisis
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Desarrollar un trazo propio, expresivo y funcional
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Pensar gráficamente y comunicar tus ideas con claridad
Dibujar para entender. Dibujar para proyectar.
Dibujar es el primer paso para intervenir el mundo con sentido.
Si quieres entrenar tu mirada, activar tu pensamiento espacial y redescubrir el placer de dibujar, este curso es para ti.
El curso esta impartido por Héctor Montecinos arquitecto chileno graduado de la Universidad de Talca, con un Diploma en Paisaje e Infraestructura Verde por la Universidad de Chile y un Máster en Diseño de Jardines y Paisajismo por la Universidad de Nebrija. Ha complementado su formación en Nueva York y Alemania, y cuenta con más de 7 años de experiencia profesional, especializado en proyectos de espacio público y paisajismo.
En paralelo, ha desarrollado una sólida carrera como docente en representación arquitectónica y de paisaje, enseñando a futuros profesionales cómo el dibujo a mano alzada es una herramienta clave para conceptualizar y comunicar sus ideas. Su enfoque parte del convencimiento de que “el dibujo es esencial para quienes diseñamos jardines, pues nos permite expresar nuestras ideas antes de recurrir al ordenador”.